martes, 28 de agosto de 2007

DrOgA

En un momento de delirio y angustia he sacado a relucir mi imaginación creando así la siguiente anécdota:

“Ahora pienso en todo lo que pasó, en todo lo que hice que pude haber evitado. Era un chico que nunca había tenido el apoyo de mis padres, que nunca había tenido la admiración de un amigo, sólo la tenía a ella, Eva, la chica que me ayudaba a salir del mundo en el que estaba metido. Ella era testigo de mis desahogos.
Estaba encerrado en el éxtasis y Eva no quería reconocer que era ella misma la víctima de mi locura causada por la droga.
Necesitaba aquella sustancia que me hacía olvidarme de mis errores, no la quería, pero dependía de ella para poder ser yo.
A ella nunca quise hacerla daño, pero pasé una noche en la que me encerré en mi mismo, y sin pensarlo, tomé a Eva como objeto de deseo, la hice mía a mi antojo sin creer en lo que estaba haciendo. Estaba atrapado por la euforia.
Al despertar junto a ella, la vi llorando, y, temblorosa, la cogí entre mis brazos y me di cuenta de lo que había hecho, la violé por ser preso de un mundo de confusión.
La hice creer que la ayudaría en todo lo que pudiese, pues no sabía cual podía ser el fruto de aquella noche de lujuria.
Alos pocos días Eva me dijo que me odiaba, que la había dejado algo dentro de ella que no quería.
Me vi acorralado, la quería demasiado como para verla sufrir, así que cobardemente la abandoné, me fui en busca de otra vida, en busca de las pastillas.
Pensaba en Eva cada día, quería estar con ella y saber que la tenía cerca de mi.
No tardé en caer en la tentación, la llamé arrepentido y le pedí una oportunidad.
Ella no me negó que me quería demasiado, así que volvimos a estar juntos.
Al volver con ella, la vi consumida, estaba así por mi culpa, por lo que yo había provocado.
Quise escaparme de la vida, tomé el atajo hacia la oscuridad por una sobredosis…
Ya no se si ella llora por mi, pero se que algo de mi tiene en sus entrañas.
Me ayudó y la pagué con el lado mas tenue de mi ser, la droga.